Si queréis, podéis llamarle Ismael: se ha embarcado con entusiasmo en Reale Lab, con la firme convicción de poder navegar en un mar de experiencias y competencias muy variadas, en la búsqueda de la ballena blanca de la innovación, porque sabe que este mar dará a todos los hombres nuevas esperanzas, como el dormir engendra el soñar.